Powered By Blogger

sábado, 22 de mayo de 2010

No me falles ésta vez.


Quedamos de vernos mañana y el día viernes. No me falles, no me dejes esperando, no lo canceles. Necesito ver tus ojos y darme cuenta si en ellos me puedo perder o son sólo un par más para recordar o posiblemente olvidar. Justo en esta oportunidad que acepté salir contigo, estoy muy ansiosa. No sé qué haré al verte frente a mí. No sabré si besar tu mejilla y guardando cierta distancia saludarte y preguntar ¿Cómo estás? O quizás sólo un impulso instintivo de mi interior, que todo este tiempo te extrañó, me obligue a abrazarte y no despegar mi cuerpo del tuyo para no generar un silencio incómodo que existe en aquellas pausas que se generan entre una acción y otra.

Me invitarás a pasar a tu casa y elogiaré cada cosa que veo para que no notes lo nerviosa que estaré, porque es lo que siempre hago cuando más nerviosa estoy.

No quiero bajar la mirada ni por un solo momento para no perderme tus gestos, tus ojos y palabras sin sentido ni coherencia salir suave y tentadoramente de tu boca.

Cuando llegue el momento aquel, razón principal de nuestra reunión no sabré si sentarme o quedarme parada. Al leer la carta que escribí no sé si debo leerla rápidamente para acabar o acortar el instante en que me estés mirando detenidamente, o leerla lentamente para que te concentres en cada oración y puedas entender qué quiere decir cada frase y también hacerlo con lo que hay entre ellas , lo que no escribo pero se da a entender.

No tendré ganas de despedirme para luego partir aunque sé que al día siguiente nos veremos porque no me quiero volver a separar de ti aunque sean menos de veinticuatro horas.

El día viernes serán muchas más las dudas al pensar en qué hacer, ya que sabrás todos mis sentimientos por haber leído una y otra ver la carta la noche anterior y haber entendido todo lo que a primer oído no habías captado.

Y aunque esté nerviosa te mentiré y diré que estoy lista para verte.


Texto que escribí el día miércoles 24 de Marzo.

No hay comentarios: